CONSEJILLOS PARA LAS FAMILIAS.

 

LA IMPORTANCIA DE LA LECTURA EN VOZ ALTA.


La Asociación "entre libros" y la de los Pediatras de Atención Primaria en Andalucía, han publicado un díptico sobre la importancia que tiene para nuestros hijos/as la lectura en voz alta y algunas recomendaciones para las familias.

Esperamos que os sirva de ayuda y que os animéis a llevarla a cabo.





Pinchando en el siguiente enlace, podréis leer mejor el díptico.


Asociación entre libros

 

12 CONSEJOS PARA ACOMPAÑAR A NUESTROS HIJOS/AS EN LA LECTURA.

Traigo hoy a nuestro blog de la 'biblio' una serie de consejos y recomendaciones que nos dan desde la Asociación de Bibliotecarios y Bibliotecarias de la provincia de Albacete para acompañar en la lectura a nuestros hijos e hijas.
12 consejos para acompañar en la lectura a nuestros hijos

* Recuerda que la lectura no es un adorno ni un complemento para la Educación.
* Recuerda que la lectura es el pilar básico del sistema educativo. No hay Educación sin una buena lectura comprensiva. O sea, sin lectura comprensiva no es posible acceder al resto de las materias: Lengua, Matemáticas, Conocimiento del Medio, Inglés… Si no entienden lo que leen les costará tres veces más resolver cada ejercicio. Terminarán rechazando la materia y se sentirán frustrados e incapaces de superarla.
* Tú puedes ayudarle a adquirir el mejor instrumento inventado para su Educación: la lectura.
Si tú lees, ellos leen. No podemos decir: ¡Niño lee, que es muy bueno!, y ponernos a ver la tele. El niño pensará, si es tan bueno, ¿por qué no lo haces tú?
* Acompáñalo en sus lecturas. A los niños les encanta hacer cosas con los padres. Leer unos minutos al día puede ser una de ellas. Con 15 o 20 minutos diarios podemos conseguir mucho. Además, esto es algo que él recordará siempre. Un truco puede ser leer cada uno una página.
* Busca momentos para la lectura. La noche, antes de dormir, suele ser el más indicado. Crea un ambiente agradable, que los dos estéis a gusto.


 
Ilustración de Maria Lavezzi



* Leed en voz alta remarcando los signos de puntuación, casi de forma exagerada. Si haces sonidos y gestos, mucho mejor. A los niños les encanta. No dejes nunca de leerle en voz alta.
* Busca lecturas relacionadas con sus gustos: fútbol, dibujos, personajes favoritos…
* Utiliza el cómic. En el cómic se integra el lenguaje escrito y la imagen, lo cual ayudará mucho al niño en la lectura comprensiva, y además son muy atractivos para él.
* Acompáñalo a librerías y bibliotecas y muéstrales los libros como un tesoro a descubrir.
Alguien dijo que el verbo leer, como el verbo amar, no admite el imperativo. No podemos obligar a los niños a leer, debemos "acompañarlos" hacia la lectura y conseguir que disfruten con ella (y esto es lo más difícil).
* Otro truco es hacerlos cambiar de actividad. Un tiempo para cada una de las cosas que más les gusta: un tiempo para ver dibujos, un tiempo para jugar, un tiempo para la Play, Nintendo u otras máquinas…, y un tiempo para leer (la lectura debe ser un juego más). Debemos intentar que sean lo más equivalentes posible.
Ilustración de Maria Lavezzi

 

LIBROS DE LECTURA POR EDADES Y RECURSOS EDUCATIVOS.

Hoy compartimos un recurso también muy útil. Una nueva página web que contiene recursos educativos, adaptaciones para difundir la cultura, vídeos de arte, audiolibros y libros de lectura distinguido por edades.

Podéis pinchar en el enlace para acceder a ella.

weeblebooks.

 

TRABAJAR LAS EMOCIONES



Debemos trabajar las emociones con los más pequeños, que en algunas ocasiones, no saben expresar lo que les pasa o cómo se sienten.

¿Qué son ? Son reacciones de nuestro cuerpo ante algún estímulo del entorno o de nuestro propio organismo.

Es tal la fuerza de esa reacción que lo mejor sería definirlas como experiencias o estados emocionales, pues engloban toda una serie de respuestas que pueden prolongarse en el tiempo e incluso pueden marcar la vivencia de futuras experiencias, aprendiendo de ellas.

 

Estos estados emocionales son vividos de manera personal, dependiendo de lo aprendido en el pasado y la situación en que se produzcan. Todos incluyen sensaciones físicas, pensamientos y conductas.

Por ejemplo, cuando tenemos miedo sentimos que el corazón se acelera, pensamos que estamos en peligro y nuestra respuesta puede ir encaminada hacia huir o enfrentarnos.

Si estamos tristes notamos pesadez en el cuerpo, pensamos de forma negativa sobre nosotros o los demás y la reacción más natural es la de dejar de hacer cosas.

¿Qué tienen que aprender los niños sobre las emociones?

En primer lugar, una buena educación emocional incluye enseñar que no hay emociones “buenas” ni “malas”, o “dañinas” y “peligrosas”. Todas y cada una de las emociones son necesarias. Son innatas y naturales del ser humano, y las necesitamos porque todas cumplen su función, incluso las llamadas emociones negativas.

Si, por ejemplo, no tuviésemos miedo, ¿cómo sabríamos cuándo estamos ante un peligro? No reaccionaríamos.  

Todas las emociones nos ayudan a enfrentarnos a las situaciones que nos ocurren a diario en el mundo y en nuestra vida. Todas son importantes y útiles a la hora de cumplir su función, por lo que es necesario entender que no hay que intentar evitar las emociones que no nos gustan.

Además de ser algo muy complicado, también es antinatural. Podemos aprender a manejar las emociones correctamente conociéndolas y aceptándolas.

  • ACTIVIDADES PARA APRENDER A RECONOCER Y NOMBRAR EMOCIONES
  1. Diccionario propio de emociones: En una libreta, ponemos en la parte superior un título grande con el nombre de la emoción que vamos a trabajar. Después, pegaremos dibujos, fotografías con personas, niños o suyas propias expresando esas emociones y las iremos clasificando. Las fotografías podemos buscarlas junto con el peque, y así se va trabajando también la diferenciación entre unas y otras. Si el niño que realiza esta actividad es muy pequeño, se puede empezar con un par de emociones básicas (alegría, miedo, tristeza, asco, miedo, sorpresa), e ir ampliando a otras más complejas (vergüenza, rencor, odio).Conforme las vamos pegando fotos, podemos trabajar las emociones e ir hablando de ella: cómo la sentimos (físicamente), en nuestro cuerpo, qué cosas nos produce esa emoción, qué pensamientos, qué hacemos o podemos hacer al sentirla, ejemplos de cuándo la sentimos…
  2. Leer cuentos de emociones: en función de la edad, se pueden buscar unos u otros para trabajar las emociones con los peques. Algunos útiles son:
  • El monstruo de colores (Anna Llena). De un año en adelante
  • El bestiario de emociones. A partir de 2 años
  • Las emociones de Nacho. A partir de 3 años
  • El emocionario del inspector Drilo (Susanna Isern). A partir de 5-6 años
  • El gran libro de las emociones. De 7-8 años en adelante
  • Recetas de lluvia y azúcar: para preadolescentes y adolescentes
  1. Memory de emociones: podemos hacer un memory casero, consistente en coger un par de fotografías de un niño expresando cada emoción (las podemos plastificar para que sea más duradero). El juego es como el memory tradicional, que consiste en poner las piezas boca abajo y cada participante las va levantando de 2 en 2. Si son iguales, se las queda. Gana quien tenga más parejas.
  2. Dominó de las emociones (Recurso: Orientación Andújar)-> Es como el juego de dominó clásico pero con un toque especial para trabajar las emociones. Se compone de fichas en las que por una parte está el nombre de la emoción, y en otra la situación que nos provoca esa emoción. Hay que ir juntando las situaciones con las emociones correctas. El juego se cierra sobre sí mismo, no sobran fichas. Podemos encontrarlo para imprimir en el siguiente enlace: https://www.orientacionandujar.es/2014/07/29/domino-de-los-sentimientos-incluimos-la-solucion-trabajamos-las-emociones/

 

  • ACTIVIDADES PARA APRENDER A GESTIONAR LAS EMOCIONES
  1. Rueda de opciones de disciplina positiva. Se trata de una dinámica que proviene de la Disciplina Positiva que ayuda a los niños a recordar opciones para canalizar emociones desagradables como la ira, el enfado, la rabia, la frustración…  Podemos sentarnos con el niño en un instante relajado y que lo veamos receptivo. A continuación, elaboraremos una lista con las cosas que puede hacer cuando se enfada en vez de gritar o pegar. Es primordial que dejemos al niño participar activamente y que intentemos solamente estar, sin darle las soluciones.
    Después, imprimiremos el círculo (PODÉIS DESCARGARLO AQUÍ), elegiremos entre 4 y 8 opciones y fraccionaremos el círculo en tantas partes como ideas hemos escogido. Luego las dibujaremos y/o escribiremos en las porciones, y formaremos la rueda.
    Es útil para que cuando el niño se sienta desbordado y a punto de explotar, pueda auto-regularse, ya que puede recurrir a su rueda para escoger una manera de gestionar esa emoción y ponerla en práctica.
  2. Dibujar nuestras emociones. Un recurso genial para regular y calmar las emociones intensas es dibujarlas mientras las estamos experimentando. Eso ayuda a reconectar nuestro cerebro emocional con el cerebro racional. Al mismo tiempo que paramos, cambiamos de actividad y descargamos nuestra emoción de una forma sana y segura para todos.
    Únicamente debemos colocar un bote de colores y una libreta o montón de papeles en un lugar accesible para los niños. Les explicamos anteriormente que pueden acudir a dibujar su emoción cada vez que lo necesiten (podemos darle un nombre a ese rincón). Todo es válido: pueden garabatear o hacer dibujos más relajados. También pueden romper, arrugar o rasgar el dibujo una vez acabado. Así como hacer más de uno si lo necesitan. Todo vale.Como consejo, podemos acompañar a los niños mientras dibujan e iremos reforzando y verbalizando sus sentimientos: «vaya, ¿así es cómo estás de enfadado? ¡jolin, eso es muchísimo!»; «a ver muéstrame cómo de enfadado estás, ¡vaya!», «¿sigues triste? a ver, vamos a hacer otro dibujo,… bueno parece la tristeza ya ha pasado un poco, ¿no?».
  3. Diario de mis emociones
    La escritura expresiva siempre es un recurso genial al que podemos acudir cuando los niños son más mayores para trabajar las emociones (en lugar del dibujo que está enfocado a más pequeños). Esta actividad consiste en escribir una especie de diario donde intentaremos hacer un pequeño balance del día, empezando por las cosas positivas y dejando para el final las negativas. Básicamente, hay que prestar atención especial al cómo nos sentimos, qué pensamientos tuvimos, cómo actuamos… El diario nos ayuda a aumentar nuestro bienestar porque nos hace más conscientes de las emociones que vivimos, sus causas, sus efectos, los pensamientos que provocan en nosotros, cómo solemos actuar… Además, podemos detectar patrones y nos ayuda a cambiar conductas o pensamientos destructivos por otros más conciliadores y saludables.

Y recordad: “Niños emocionalmente sanos, son adultos más felices”
Fuentes: Orientación Andújar y Club Peques Lectores (Autora: Judith Franch)



A continuación os dejo un enlace con material para trabajar las emociones con ellos  y ellas, sirve desde para los más pequeños hasta el alumnado de secundaria.


Material Emocionario

Juego de las emociones

CUENTOS INFANTILES


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